martes, 19 de enero de 2016

My birth Story Pt. I

"Que nervios, espero no me ingresen" fue lo primero que pensé, cuando se acercaba la hora de mi cita con mi doctor. Había tenido inconvenientes en mi cita anterior (estuve internada por una semana por contracciones prematuras, casi nada), y estaba en la recta final de este viaje de 40 semanas. Mi doctor me había enviado a bajar de peso para proceder con parto natural, hasta ahora ese era el plan, hasta ahora...


Normalmente llego a mi cita a las 4:00PM, pero algo me dijo que fuera más temprano, no me dio tiempo a comer nada, no sé porque tenía esa sensación incomoda en mi garganta, como unos nervios que no se iban, sino que incrementaban cada minuto. 


Dan las 5:00PM y mi doctor llega, espero paciente a dos personas que van delante mío, mientras juego "Mistery Object", los juegos de cosas ocultas siempre me ayudan a calmar mis tensiones. Llega mi turno, y mi doctor me recibe con una sonrisa y un "Wow pero aumento en solo una semana", al parecer el chichi decidió aumentar una libra de repente, y así mismo la piel de mi estómago no resistió tanto peso, "tanto tiempo con cremas y aceites para nada" pensaba al tocarme mis totalmente nuevas estrías, al mismo tiempo que me decía a mí misma "Todo es mental" (LOL, que engaño).


Todo va de maravilla, me hace el tacto y luego me verifica por el doppler (El aparatito de mini sonografias), normalmente el dura de dos a tres minutos verificando los latidos y la posición del bebe, pero duro unos eternos cinco minutos, y lo hacía de nuevo, y de nuevo, y de nuevo... Y luego me da las noticias:


- Hum... vamos a hacerte una sonografia, veo que tiene un poco de taquicardia.


Decirle eso a una madre primeriza, es como destapar la caja de pandora de miedos y traumas: "¿Mi bebe tendrá problemas del corazón?", "¿no tome suficiente medicina?", "¿Hice algo mal?", "No debí ir al salón, los viejos decían que eso hace daño", y un sin número de dudas e incertidumbres en mi cerebro, pero ahí voy a mi sonografía. 

Afortunadamente soy postalita repetida en el centro donde Asisto, gracias al trabajo de mi madre, por eso obtengo digamos un trato más "personalizado" (nada preferencial, solo que si me tienen que echar mi boche, me lo echan lol).


Me espera la sonografista y se sorprende a ver el tamaño de mi abultado estómago, "Wow pero ya quiere salir" - ¡Eso espero!, contesto, sin saber que yo tengo boca de chivo y que faltaba poco para ver a mi cita de la noche. 


Son las 6:00 PM y subo a darle los resultados a mi doctor, él lo revisa sin mediar palabra conmigo, toma el teléfono, y llama a la sonografista:


- ¿Qué crees?... Bueno no hay de otra....Si, aquí la tengo, lo veo enredado....

 
Ay Dios mío, ¿El cordón umbilical?, ¿El pelo?, ¿Mi corazón? Me bajo la presión, y comencé a temblar, ¿Será uno de esos partos donde él bebe tiene el cordón en el cuello?, ¿Mi pequeño puede respirar?

¡¡Ya sáquemelo ombe!! 


A este punto, tengo tantas interrogantes en mi cabeza, como tengo cabello, ¡Y de ese sí que tengo mucho!

- Bueno Paola, llama a tu madre y a tu esposo, vamos a ingresarte para la cesárea. El nene tiene taquicardia fetal, porque su cordón umbilical está enredado en su tobillo, y su tamaño ya está demasiado grande para tu barriga.


No les miento, pensé de todo y casi lloro, pero soy una mujer fuerte, y tengo que conocer a mi cita. Mi madre vino casi instantáneamente con maletas, bultos, y una sonrisa de abuela primeriza que no se la quitaba ni el papa, creo que ella fue la primera en el acto; luego se unió mi esposo, que había salido recién a las 6:00PM de trabajar, no sé cuál de los dos estuvimos más nerviosos, mientras hablaba con el doctor, le comente a mi mejor amiga Mandy "Pues nada, me harán cesárea" y allá se me apareció también (gotta love her), ahí tenía todo un público esperando la llegada de mi preciada cita de la noche. 



Continuará...

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Simon says